Ahora en invierno es muy necesario hacer un buen caldo semanal, pues las noches son frías y con su poquito de hierbabuena resucitan a los más necesitados.
Del caldo aprovechamos el pollo y el jamón, este lo suelo poner en troncos. Quito toda la grasa. Las croquetas tienen poco misterio más allá de sofreir con mucho cariño la cebolla en no mucho aceite y más mantequilla, añadir muy picado el pollo y el jamón, marearlo bien, incluso se le puede añadir un poquito de vino. Cuando este se evapore incorporar la harina, removiendo hasta que quede bien integrada y posteriormente la leche, sal y nuez moscada. Hay que dejarla reposar en frío de un día para otro. Después las paso por harina, huevo y pan rallado. Freir en aceite muy caliente y a disfrutarlas. 300grs de pollo y jamón, 120 grs de harina, 100 de mantequilla y un litro de leche, dará para hacer unas 50 croquetas de tamaño más pequeño que grande, para tomárselas en dos bocados¡¡-